PASARON SEIS MESES

Recuerdo bien ese día, luego de una movilización multitudinaria los manifestantes llegaron al frente de Casa de Gobierno. Llegaron hasta allí para entregar un petitorio al gobierno “ausente” de Carlos Sancho. Luego de estar varias horas sin lograr ser atendidos por nadie y con Wilfredo Roque de mediador, quien ingresaba a casa de gobierno y salía sin ninguna repuesta para los manifestantes.

Varias horas luego, decidieron instalar una carpa blanca en ese lugar, hasta que fueran recibidos por alguna autoridad del gobierno.

Pasaron seis meses de la carpa frente a casa de gobierno, noches muy frías pasaron los docentes en ella, se convirtió en un paseo los días domingos con venta de artesanías y comidas para poder sostener la carpa.

Luego la Mesa de Unidad Sindical, comenzó a participar de “La Carpa de la Dignidad”, Jorge Lanata, Luis Majul, Elisa Carrio, recorrieron el paseo de la Dignidad. La provincia del presidente encabezaba la agenda periodística de los medios nacionales. Jorge Lanata emitió “Lanta PM” desde Río Gallegos el anfiteatro del Obispado fue colmado por mas de 700 personas que presenciaron la transmisión del programa.

Miles de anécdotas seguramente quedan en la memoria de aquellos que participaron de La Carpa de la Dignidad.

El 3 de noviembre a las 18 hs y con muy poca presencia de docentes fue levantada La Carpa de la Dignidad, un emblema de la lucha que llevaron adelante los gremios en Santa Cruz.
Ernesto Velásquez visiblemente emocionado agradecía a “todos los que participaron de la lucha que no termino aun”. Un cartel que decía “Fuerza Maestros”, también estaba presente esa tarde y quien lo porto en todas y cada una de las marchas que se realizaron en la capital de Santa Cruz solicito dirigirse a los presentes, con lagrimas en sus ojos dijo “no soy docente, soy un jubilado de SPSE, los admiro", le pido al gobierno "que este cartel lo tenga que guardar y no sacarlo nunca más”.
Bajo la mirada de muchos de los que estábamos presentes allí la carpa poco a poco comenzaba a ser un recuerdo, los mismos empleados municipales que montaron la carpa, pidieron desarmarla “yo la arme yo la desarmo” me decía uno de los empleados, rápido de reflejos retruco “sacame lindo en OPI”.

Nunca podré olvidar la cara de Nelson el personaje de la Carpa de la Dignidad, mientras era desarmada entre foto y foto miraba atónito como se iba derrumbando la carpa que durante seis meses permaneció allí.